Ser Humano en su Totalidad
Forjo la transformación integral del ser humano al armonizar Cuerpo, Mente y Alma. Comenzaremos por fomentar la conexión profunda con el propósito del alma, mostrando que el potencial humano es ilimitado cuando estas dimensiones trabajan en unidad. Este enfoque inspira vidas auténticas y sublimes, elevando la existencia hacia su máximo esplendor.
MÓDULO 1
1.1 Definición Cuerpo, Mente y Alma.
Hardware, Software y Programas.
El cuerpo es el hardware, el alma es el sistema operativo y la mente son los programas. Juntos crean una sinergia que define nuestra experiencia humana, integrando lo físico y lo espiritual.
Mente: El Puente entre Alma y Cuerpo.
La mente conecta lo sutil del alma con lo físico del cuerpo; posee la cualidad de tocar la energía del alma. Permite que la conciencia (sabiduría y amor) despierte a través de la experiencia terrenal.
Las emociones surgen en el cuerpo; la mente las interpreta y las convierte en sentimientos.
La mente guía nuestras percepciones, moldeando nuestra realidad.
Cuerpo: El Vehículo de la Experiencia.
El cuerpo permite al alma y a la mente interactuar con el mundo.
Salud corporal: Influye en la claridad mental y la conexión espiritual.
Expresión emocional: Manifiesta estados internos como ansiedad o felicidad.
El cuerpo actúa como un reflejo de los impulsos espirituales y mentales.
Emociones VS Sentimientos:
Las emociones ocurren en nuestro cuerpo, pero la parte que da significado a lo que ocurre es la mente en forma de sentimiento. Es decir, lo que pasa en el cuerpo (emoción) genera en nosotros una percepción consciente llamada sentimiento, la cual no sólo depende de lo que esté ocurriendo en nuestro cuerpo, sino también de las expectativas y de cómo estamos valorando una determinada situación; de la forma de interpretarlo. Por lo tanto, un sentimiento sería una valoración consciente de una determinada situación (emoción).
Alma: La Esencia y el Propósito.
El alma trasciende lo físico y lo mental, conectándonos con algo superior: el Espíritu Santo, que se manifiesta en forma de propósito.
Entusiasmo: Inspiración divina que impulsa a actuar desde el amor y la conexión con la esencia.
La armonía del alma se refleja en actitudes de amor, no de miedo.
Armonía entre Cuerpo, Mente y Alma.
Cuando estos tres trabajan en equilibrio, experimentamos paz, bienestar y propósito.
Amor: Genera acción, responsabilidad y creatividad.
Miedo: Paraliza, crea victimismo y desconexión.
La vida en armonía es como una orquesta: el cuerpo son los instrumentos, la mente es el director y el alma conecta con la esencia de la obra. El propósito trasciende el cerebro y reside en el espíritu de la sustancia que nos anima.
¿Estamos en armonía? Solo el amor lo confirma.
1.2 Pasos para sanar el Alma y redefinir el Propósito.
¿Cómo sabemos que estamos en propósito?
1. Ilusión, pasión y entusiasmo.
2. Paz interior.
3. Sirve para mejorar la vida de los demás.
- "El que no sirve para servir, no sirve para vivir" -
La gratitud es esencial: al enfocarte en lo bueno, desarrollas fe y atraes positividad. En cambio, la insatisfacción fija tu atención en lo ordinario y limita tu poder creativo.
El bienestar integral se logra alineando cuerpo, mente y alma:
Cuerpo: Ejercicio y alimentación.
Mente: Pensar de forma positiva, aprender constantemente y proteger tu energía.
Alma: Vivir en propósito, irradiando entusiasmo.
La sanación es un viaje transformador que requiere persistencia, curiosidad y un espíritu abierto. Incluso emociones como el miedo o la ira pueden mostrarte el camino hacia la trascendencia y niveles más altos de conciencia.
Pregúntate:
¿Qué me da alegría genuina?
¿Cómo puedo servir desde mi autenticidad?
¿Qué quiero crear o dejar como legado?
Responder estas preguntas te ayudará a sanar y vivir alineado con quien realmente eres, enriqueciendo también a los demás. La sublimidad reside en transformar el dolor en fuerza y en elevar tu conciencia hacia una vida plena y significativa.
1.3 Programas Mentales Disfuncionales y Cómo Transformarlos.
Programas disfuncionales.
“No puedes despertar de un programa si no sabes que estás dentro de él” – Mario Alonso Puig.
Si metemos programas dentro del sistema operativo disfuncional, esto provocará un sistema disfuncional. Hemos de ser conscientes de qué programas tenemos y cómo intervenir para subsanarlos adecuadamente.
Estos programas suelen originarse en experiencias pasadas, aprendizajes inconscientes o influencias culturales, y operan de manera automática en el subconsciente, afectando la forma en que una persona percibe y responde al mundo.
Congruencia de Conciencia.
El alma siempre dice la verdad. Lo sabe todo. Es la esencia pura que nos lleva a la plenitud.
Los programas son inteligentes, ya que buscan siempre la mejor adaptación en base a su esencia. Ahí está la clave de que tengamos conflictos internos, ya que el alma siempre tiene la esencia / intención de amar. Por circunstancias de la vida, nos van incrustando programas rivales que tienen diferente objetivo / esencia respecto al alma. Dando como resultado, un sistema operativo en su conjunto disfuncional.
Un virus afecta a todo el sistema. Y somos tan ignorantes de culpar al sistema de que es nocivo… malo… defectuoso… cuando deberíamos ahondar más y pensar… con todo lo que ha hecho, inventado, conseguido el ser humano, ¿habría sido posible con un sistema operativo en su conjunto defectuoso? ? ¿No será que el virus contamine un agua pura y limpia?
¿Por qué nos hemos alejado de nuestra alma?
A través del desarrollo del hemisferio cerebral izquierdo, que es el que separa entre lo que existe dentro y lo que hay fuera, se llegó a una percepción; a una forma de ver la realidad en la que existía un dentro - lo que pasaba dentro de nosotros (pensamientos, emociones, sentimientos, sensaciones) - y lo que pasaba fuera de nosotros.
Esto llevó al ser humano a valorar la razón como único instrumento válido para conocer (materialismo). El peaje ha sido olvidarnos de aquellas dimensiones que siendo reales, no se pueden ni pesar ni medir. Nos han vuelto ciegos a la intuición e imaginación. El mundo espiritual; el mundo de la trascendencia.
Cómo cambiar los programas disfuncionales.
Cuestionamiento.
Conciencia.
Aceptación.
Autosugestión: voluntad de pensamiento.
Conversión real.
1.4 ¿Qué ayuda al Cuerpo, Mente y Alma a estar mejor?
Introducción.
La esencia del ser humano y la transformación consciente.
El ser humano no es lo que piensa que es; las ideas y creencias personales moldean una identidad ilusoria que limita tanto al individuo como a su percepción de los demás. La verdadera transformación no surge al buscar respuestas que confirmen la mente que duda, sino al trascender esas creencias y explorar la esencia de la vida con conciencia. Somos una expresión completa de la vida, diseñados para florecer y no solo para satisfacer nuestras necesidades o calmar nuestra ignorancia.
La inconsciencia ocurre al creer que nuestros pensamientos nos definen. Esto nos desconecta de la conciencia existencial y nos impide escuchar o aprender verdaderamente, ya que todo lo interpretamos desde nuestra identidad mental. La enseñanza y el aprendizaje auténticos vibran en una frecuencia de descubrimiento mutuo; sin este aprendizaje continuo, no podemos inspirar ni transformar a otros.
Lo muerto —ropa, canciones, relaciones o emprendimientos— es aquello que hacemos para otros sin conexión con nuestra esencia creativa. Es decir, la ropa muerta es AQUELLA QUE HACES PARA QUE LOS DEMÁS LA COMPREN. La canción muerta es aquella que haces para que los demás te la compren. La charla muerta es aquella que das para que los demás vengan. El maquillaje muerto es aquel que usas para atraer a los demás. Una relación muerta es aquella que usas para tu sentirte amado.
Lo vivo, en cambio, se genera cuando servimos a una idea o propósito sin interferir con nuestras interpretaciones. Al liberar nuestra mente de la ansiedad y el control, nos abrimos a descubrir la máxima expresión de lo que somos: seres diseñados para florecer, crear y sentir agradecimiento por existir.
Esto llevó al ser humano a valorar la razón como único instrumento válido para conocer (materialismo). El peaje ha sido olvidarnos de aquellas dimensiones que siendo reales, no se pueden ni pesar ni medir. Nos han vuelto ciegos a la intuición e imaginación. El mundo espiritual; el mundo de la trascendencia.
¿Qué ayuda al Cuerpo, Mente y Alma a estar mejor?
Cuerpo.
Posturas: Las acciones físicas influyen en nuestras emociones.
Alimentación: Impacta directamente el estado de ánimo.
Deporte: El sedentarismo genera irritabilidad y afecta al organismo.
Sueño: Dormir al menos 7 horas es esencial para el bienestar.
Mente.
Cuidado del cuerpo: Ejercicio, buena alimentación y descanso son fundamentales.
Estimulación mental: Vivir con propósito convierte cada día en una oportunidad de aprendizaje continuo.
Música: Es sublime, conecta con nuestras emociones y trasciende lo físico, recordándonos que somos seres vibrantes y conectados.
Gestión del estrés: Meditación, respiración consciente y música ayudan a reducir tensiones.
Relaciones y gratitud: Alimentan el alma, fomentan la expresión emocional y el equilibrio interno.
Organización: Mantén la simplicidad para facilitar el enfoque.
Espiritualidad y propósito: Encontrar sentido y servir a otros da dirección y plenitud.
Alma.
Conexión con los demás: Nuestra mejora personal inspira a otros.
Gratitud: Cambia la perspectiva del ego hacia la abundancia.
Cordialidad y empatía: Reconocer heridas ajenas fomenta la compasión y la ayuda genuina.
Naturaleza: Conectar con ella nos enseña humildad y cuidado.
Humildad: Reconocer la necesidad de ayuda y trascender el ego es un acto espiritual.
1.5 Potencial del Ser Humano.
Todos tenemos un enorme potencial dormido, y el desafío está en descubrir cómo despertarlo. Para cambiar nuestra forma de pensar, sentir y actuar, debemos acceder a lo que hasta ahora ha permanecido oculto. Algunos estados permiten que emerjan grandes recursos, mientras que otros los bloquean.
El camino hacia el cambio no es fácil, pero en lugar de preguntarte “cuánto me va a costar”, pregúntate “hasta dónde me puede llevar”. A menudo no creemos en nuestro potencial porque no nos valoramos ni nos queremos lo suficiente. Una mirada apreciativa hacia nosotros mismos es clave.
Para liberarte, debes cambiar tu marco de referencia y romper con creencias limitantes. No estamos definidos por lo que nuestros sentidos perciben; la fe no es un acto del entendimiento, sino una decisión de la voluntad.
La libertad real radica en cómo reaccionamos a lo que nos sucede: “La libertad es lo que tú haces con lo que a ti te hacen”. Creer en tu capacidad de crear y tener determinación para transformar caídas en aprendizajes es fundamental: "Soy yo quien decido cuando me caigo si caí en una tumba o en un bache”. Confía y da pasos con fe, sabiendo que llegarás.
